LAS PROMESAS SON PARA CUMPLIRLAS (aunque no estemos acostumbrados a esto)

Muchos, demasiados años hemos soportado en nuestro valle, y no es el único, la vergonzosa situación de nuestras comunicaciones. Por supuesto incluyo también la carretera.

Muchos, demasiados años los vecinos de la Bal d’Onsella han salido a la calle reclamando justicia, igualdad y respeto. Seguramente tantos como el problema de la infra dotación económica de Aragón en estos temas, pero este es otro asunto, ¿o no? Porque estoy seguro que a todos los dirigentes pasados les hubiera gustado poder solucionar este problema tan serio, lo complicado era el cómo.

Pues ya lo he dicho en otras ocasiones, los dirigentes están para buscar nuevas formas, para innovar, para repensar situaciones enquistadas. Pero para esto primero necesitan una sensibilidad especial. Por suerte el actual director general de carreteras es una de esas personas. Por suerte su sensibilidad, su conocimiento del territorio le hizo junto con su equipo buscar la forma de dar un giro de 360º grados a la fórmula y el enfoque del gasto y las prioridades.

No quiero meterme en debates políticos, en envidias ni zancadillas. Que algunos hubieran preferido el fracaso antes que ver el éxito del vecino?, pues seguramente, pero no es importante, no merece una línea, peor para ellos. Aquí lo único importante es que todos nosotros podremos por fin, por derecho y por empuje, desplazarnos antes en nuestro día a día, que en una urgencia médica tendremos más posibilidades de llegar a tiempo a un hospital, que para nuestros mayores desplazarse a realizar las compras no será una aventura de riesgo y que nuestros vehículos no sufrirán más que los que circulan por las capitales. Nuevamente y ya van unas cuantas, dejamos de ser ciudadanos de segunda.

Hoy es un día de abrazarse, de darnos la enhorabuena entre todos, de disfrutar y de sonreír, sin olvidar que ha habido alguien y algunos que lo han hecho posible y que dar las gracias es una de las cosas más bellas que hay. Gracias Bizén.

Ahora toca esperar hasta el día 28 que finaliza el plazo de licitación y mirar al futuro con más esperanza que ayer.